La Institución Educativa cree y promueve una formación integral basada en el mejoramiento continuo de sus procesos y resultados.
Por lo anterior, parte de la asimilación y apropiación de los siguientes elementos que integran la concepción del ser humano que pertenece a la Institución Educativa.
● Diversidad: permite comprender que en la institución se reconocen las particularidades o singularidades de toda índole: étnicas, sociales, económicas, físicas, neurobiológicas, religiosa, jurídica, política, sexual, género. Cada persona es particular y aporta con su esto a la construcción de sociedad.
● Inclusión: el ingreso, la permanencia y la promoción de los procesos en la institución es un derecho y éste no está limitado por algún tipo de diversidad. En ningún momento se permitirá la discriminación y siempre se verá al ser humano como un sujeto de derecho, donde se atienden las necesidades comunes y específicas que presenten de manera singular.
● Integral: todos los seres humanos tienen dimensiones, habilidades e inteligencias a nivel: espacial, kinestésica, musical, espiritual, lógica, lingüística, emocional, interpersonal, intrapersonal, ambiental. En esta medida, todos tienen la capacidad de desarrollar competencias en todas o algunas de éstas; deben ser estimuladas, identificadas y valoradas de manera singular durante el proceso formativo.
● Competencia: todos los seres humanos desarrollan competencias para desempeñarse en algo o algunas cosas, tienen la posibilidad de desarrollar habilidades para aprender a ser, aprender a hacer, y aprender a saber. Es tarea específica de la Institución Educativa desplegar estrategias necesarias para estimular y propiciar el desarrollo de éstas.
Con relación a la concepción de educación, la institución asimila lo indicado por la Ley General de Educación, donde expresa que ésta debe ser entendida como “un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes”.
Partiendo de esta conceptualización, en la institución se promueve la educación por competencias desde un enfoque inclusivo. Se satisfacen, reconocen, potencian, estimulan y valoran las necesidades y las competencias tanto colectivas como individuales.
Para lograr lo anterior, la institución se compromete con el desarrollo de estrategias de enseñanza flexible que reconoce los diferentes estilos de aprendizaje y capacidades de estudiantes y, en consonancia ofrece diferentes alternativas de acceso y estímulo al conocimiento y a la evaluación de las competencias, así como el asumir que los estudiantes van a alcanzar diferentes niveles de desarrollo de las mismas. (MEN, 2008. P.8)
En conclusión, la Institución Educativa se compromete con aportar a la transformación de una sociedad más incluyente, cuidadosa y pacífica, la cual requiere de seres humanos formados en competencias del ser, el saber y el hacer bajo el principio pilar de la institución: la pedagogía del acuerdo y los siete aprendizajes básicos de la convivencia social:
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